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sábado, 19 de marzo de 2011

Secretos para Sobre Vivir en Caso de Explosión Atómica

Secretos para  Sobre Vivir en caso de Explosión Atómica
La verdadera magia de sobrevivencia a una explosión atómica consiste en
conocer los peligros y como evadirlos.
Todo lo que el hombre hace tiene limitaciones, por eso  se asegura que  ni siquiera la bomba de hidrogeno podría terminar con toda la humanidad.
En 1945, casi un 70 por ciento de los habitantes que se encontraban a una milla  sobrevivió. Mientras más cercano al centro de la explosión, menos es el porcentaje
de sobrevivencia, es decir que mientras más alejado se esté del centro, mayor es el
porcentaje de sobrevivencia. Es más probable sufrir heridas que morir. Las probabilidades de recuperarse son similares a las de accidentes comunes. Las radiaciones permanecen en el organismo hasta más de dos meses, luego las personas podrán tener hijos de nuevo.
Las bombas mayores despilfarran más fuerza que las de menores.
Si somos avisados, aunque sea un segundo, podemos reducir las posibilidades de daños, los objetos que vuelan son los causantes de la mayoría de heridas.
Debemos tirarnos al suelo boca abajo para protegernos y nunca mirar hacia arriba, podríamos quedar ciegos por un  tiempo. Si está en un edificio, la pared junto al sótano, es el mejor lugar. Nunca nos coloquemos al centro, es mejor cerca de una columna, aunque podríamos quedar atrapados en los escombros. Si nos encontramos en un lugar abierto, debemos cubrirnos con algo, preferiblemente con un plástico.
Si la explosión es en el aire, podemos socorrer a otras personas ya que las radiaciones no son latentes; pero las radiaciones en la tierra y el agua son peligrosas.

En caso de quemaduras, en un lugar cerrado, una pared u otro protector nos ayudarán. Es conveniente si estamos en un lugar abierto, el uso de ropas largas, sombreros u otro atuendo que nos proteja.
El aire violento y el calor son más dañinos que la radioactividad cuyo efecto es
utilizado en rayos x. La radioactividad es muy antigua, a cada instante recibimos radioactividad del firmamento. Ingerimos alimentos con radioactividad sin saberlo,
Además hay alimentos que la poseen en su naturaleza.
En una explosión atómica hay una radioactividad inicial, esta es peligrosa en el momento dicha explosión y al minuto se desvanece. Podría acumularse radioactividad inducida o artificial en objetos de oro, plata y otros metales, Puede consumir los alimentos si los recipientes están cerrados. La radioactividad latente permanece en la sangre desde 1 minuto hasta varios meses. La radioactividad más dañina es la que se propaga por tierra y agua. Las cenizas que quedan después de la explosión son difíciles de eliminar, se eliminan de una superficie y se adhieren
A otra. Existen las nubes radioactivas, estas no representan peligro porque caen a tierra dispersas y no son tantos miles de bombas para hacer un daño considerable.
En caso de absorber una  gran cantidad de radiaciones, podríamos enfermarnos,
Provocando vómitos, después de dos horas, pero podríamos recuperarnos y recobrar el cabello. Hay medidores de radioactividad llamados geiger.
Como prevención en caso de peligro: Su casa puede ser a prueba de incendios
guardando papeles u otros objetos

 inflamables en recipientes cerrados de metal; conozca el lugar más seguro; guarde provisiones de emergencia; cierre puertas y ventanas y utilice el teléfono para las emergencias.
Recuerde que las armas atómicas no destruirán la tierra, aunque se duplique la fuerza no se duplicará la destrucción, la radiación no siempre es fatal. Si hemos estado expuestos a radiaciones, debemos cambiar nuestra ropa y zapatos. Es bueno bañarse hasta  tres veces con agua lluvia o  agua tibia y jabón nos eliminará la radioactividad. Protejamos la casa con cortinas, paños, cartones etc… para que no
penetre radioactividad en su interior, Si entramos a la casa dejemos la ropa fuera de ella.
Para consumir alimentos después de la radioactividad, los alimentos descubiertos no se deben consumir. El agua de las cañerías se puede consumir, pero debe ser
autorizada por una vía de comunicación, ya que hay otros microbios que afectan. Los equipos electrónicos no sufren bloqueos por la radioactividad. Si tenemos un automóvil no lo estacionemos en la calles, además cerremos puertas y ventanillas.
Cuidemos en la casa a niños, ancianos e inválidos.
Es necesario socorrer a atrapados, heridos y quemados. El personal autorizado
es el más indicado.
Aquí están seis secretos para sobrevivir a ataques atómicos:
1-Buscar refugio y protección.
                                                2- Acuéstese en el suelo.
3-Ocúltese la cara en los brazos.
4-No salga afuera en seguida.
5-Cuidado con el agua y comida.
6-No se difundan rumores.

Licda. Maritza Mata.






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