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jueves, 28 de junio de 2012

Memoria Sana




                                                                                          Bledo o Amaranto







Las cosas simples de la vida son las que encierran un enigma de valor incalculable. El bledo
Al igual que todas las plantas poseen una magia particular.

Es una yerba silvestre que crece junto a otras yerbas y plantas callejeras. En República Dominicana  abunda mucho el amaranto, podemos encontrarla en cualquier calle en donde hay tierra. Pocas personas saben que esa yerba de hojas 

anchas con semillas en su tallo es un alimento y medicina poderosísima.
No es necesario que gastes dinero, sales por el barrio y recoges lo que necesites. Es bueno que las personas siembren en sus casas, cuando las semillas están secas y son adultas pueden ser regadas en el terreno.

Si no tienes hojas para hacer una ensalada, solo tienes que hacerla de las hojas de bledo.

El bledo es tan común que las personas dicen: Me importa un bledo, cuando consideran algo sin importancia; pero resulta que el bledo tiene un valor curativo y nutritivo excepcional. Nuestra ignorancia nos hace infelices y muy pobres. Si se educan a las personas, bajaría la tasa de pobreza del ser humano, recursos naturales y hasta la violencia. 

Hay un refrán que dice: Donde no entra el pan, todos pelean y ninguno tiene razón.
Cuentan que en una batalla antigua con indígenas americanos, estos siempre ganaban las batallas, investigaron y era 
que comían bledo.
Debería de importarnos un bledo ya que tus órganos vitales como corazón, hígado, riñones, cerebro y otros órganos pueden depender de esta planta.

Su magia contiene sustancias que alimentan la memoria. Las personas autistas la necesitan, los epilépticos y todo mundo. Las proteínas son primordiales, se necesitan siempre. Cura el cáncer en combinación con otros elementos. Si necesitas que tus intestinos funcionen bien y deseas una figura esbelta, tienes el bledo al alcance de tus manos y más 
aun si deseas conservar el área bucal sana.

Recuerda como dice el libro de los corintios: Dios hizo las cosas pequeñas  para avergonzar a las grandes y las débiles para avergonzar a las fuertes.

Cuidado con menospreciar algún elemento de la naturaleza, todo tiene un propósito en la vida.

Licda. Maritza Mata.


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